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Dolmen de Menga

Actualizado: 10 sept

Entrada del dolmen de Menga
Entrada del dolmen de Menga

El fenómeno del megalitismo marcó un cambio de mentalidad en torno al cuarto milenio antes de Cristo en las sociedades neolíticas de la península ibérica, sedentarias y agrícolas. Supuso una extraordinaria participación comunitaria: tribus de diferentes áreas acudían a colaborar en el proceso de construcción. Los menhires, dólmenes y tholos no solo se utilizaban como lugares de enterramiento colectivo o de ceremonias sagradas, sino que también servían para reforzar la pertenencia identitaria del grupo a un territorio.


Recreación de enterramiento en un dolmen con ofrendas mortuorias
Recreación de enterramiento en un dolmen con ofrendas mortuorias

La entrada de estos monumentos –definida quizá como un espacio que separaba el mundo de los vivos del de los muertos– solía estar orientada hacia el horizonte para captar la luz del amanecer en los solsticios o equinoccios, lo que les confería un carácter astronómico. En ocasiones, apuntaban a montañas que destacaban en el paisaje y que podían ser consideradas lugares sagrados por aquellas sociedades.


El dolmen de Menga es uno de los más importantes de Europa. El conjunto está formado por 32 grandes piedras (ortostatos laterales, losa de fondo, pilares y losas de cubierta) que en total pesan alrededor de 1.140 toneladas. La losa de techo situada en la parte más profunda alcanza unas 150 toneladas, siendo la más pesada transportada en la península ibérica en contexto megalítico.


Las piedras son areniscas calcareníticas, y la cantera principal identificada de donde se extrajeron se encuentra a unos 500 metros del monumento, en dirección al Peñón. Se cree que emplearon técnicas de extracción mediante cuñas de madera (que, al hincharse con agua hirviendo, fracturaban la roca) y posteriormente utilizaron rodillos, trineos y rampas para trasladarlas hasta el lugar de construcción.


Lo más sorprendente es que este dolmen está alineado perfectamente con otras dos construcciones megalíticas (el dolmen de Viera y el tholos del Romeral) de diferentes etapas; y al fondo de su corredor hay un misterioso pozo de 20 metros de profundidad cuya cronología aún no ha sido determinada. Algunos investigadores sugieren que pudo construirse antes del propio dolmen, en un periodo de sequía y elevada salinidad de los acuíferos antequeranos.


Iconos religiosos (dibujado en rojo por el que suscribe) de diferentes épocas históricas.
Iconos religiosos (dibujado en rojo por el que suscribe) de diferentes épocas históricas.

Menga fue reutilizado como espacio utilitario durante milenios. La intensa actividad antrópica ha desfigurado notablemente su interior: se conservan restos de hollín de hogueras, perforaciones modernas en las columnas y, de forma singular, en la entrada se observan tres tipos iconográficos de carácter religioso pertenecientes a distintos momentos históricos: dos ídolos neolíticos (uno masculino y otro femenino), una cruz cristiana y una estrella islámica.


Entrada de Menga apuntando hacia la célebre "cara del indio" o Peña de los Enamorados.
Entrada de Menga apuntando hacia la célebre "cara del indio" o Peña de los Enamorados.

El dolmen se orienta hacia la Peña de los Enamorados, que curiosamente presenta la forma de un rostro humano. ¿Una deidad? ¿Un monte sagrado? En sus abrigos rocosos se conservan pinturas rupestres del Neolítico y del Calcolítico, lo que demuestra que la vega de Antequera en su conjunto fue un área sacralizada y, según algunos prehistoriadores, un punto de peregrinación para las comunidades vecinas.


Desde el 2022 podemos gozar de un museo que funciona como centro de interpretación, ubicado junto al dolmen. Un lugar que no podéis ignorar, si lo visitáis.



Interior del museo de Menga  (Antequera)
Interior del museo de Menga (Antequera)
Corredor del dolmen de Viera
Corredor del dolmen de Viera
Dolmen/Tholos del Romeral (Antequera)
Dolmen/Tholos del Romeral (Antequera)
Interior del dolmen del Romeral
Interior del dolmen del Romeral
Laja/ortostado sobre la falsa cúpula del dolmen del Romeral
Laja/ortostado sobre la falsa cúpula del dolmen del Romeral
Placa ídolo del calcolítico con incisiones geométricas, usadas como ofrendas mortuorias
Placa ídolo del calcolítico con incisiones geométricas, usadas como ofrendas mortuorias

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