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Historia de un motín

Actualizado: 20 ago


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En Málaga capital abundaban los fielatos. Llamados también "casetas de consumo", lugar donde las mercancías que traían a la ciudad eran inspeccionadas y cuyos comerciantes estaban obligados a pagar los impuestos de consumo1. A los empleados que trabajan en los fielatos se los conocían como “los del pincho” porque usaban un chuzo acabado en punta con el que pinchaban los sacos para detectar cualquier artículos de contrabando. Como es de sospechar el rencor que el pueblo les tenía a estos agentes era superlativo2. Pero siempre hay quien se las ingenia para engañar a la ley. Apareció la figura de los “matuteros3, los cuales conseguían de madrugada evadir a los agentes. Los fielatos más importantes se encontraban en el puerto, ya que era por aquí por donde especialmente podrían colarse mayor cantidad de material de estraperlo. Y fue aquí donde un sábado 23 de marzo de 1908 comenzó un motín que hizo tambalear a la ciudad.


Sobre las cuatro de la tarde atracó el buque “Ciudad de Mahón” con 500 soldados licenciados de Marruecos, a quienes se les practicó un registro por si acaso llevaban tabaco de contrabando (una práctica muy común entonces). Cuando los soldados desembarcaron y llegaron a la Plaza Adolfo Suárez de Figueroa4, sufrieron un segundo registro por parte del empleado Baldomero Gómez. Al negarse uno de los soldados a mostrar sus pertenencias, el tal Baldomero le propinó una contundente bofetada. La trifulca estalló. Los soldados licenciados sacaron sus machetes, mostraron sus puños y la emprendieron a porrazos contra aquel antipático agente de fielato. Afortunadamente los ánimos se calmaron gracias a la intervención de un inspector de vigilancia y un oficial del regimiento de Extremadura que por allí se hallaban en aquel momento.


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Sin embargo, los más expertos chismosos propagaron la noticia rápidamete por la ciudad y poco después una enorme multitud se congregó en el muelle. Los empleados de consumo se vieron rodeados por docenas de miradas hostiles. De repente, les cayó una lluvia de piedras que les hizo huir como alma que lleva el diablo y refugiarse en un portal. Uno de los que huían, mientras emprendía la retirada, disparó tres balas a los atacantes sin que se produjesen víctimas, aunque sirvió de exordio para lo que a continuación explotó: un motín.


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El objetivo de la muchedumbre no fue otro que las casteas de consumo. Una a una fueron destruidas o quemadas. Durante la ola de violencia ocurrieron situaciones que rozaban el esperpento o la comedia. En el fielato de la Parra un chavea fue aplaudido al destrozar una gorra de empleado a mordiscos, lanzándola al aire. Al fielato de la estación de tren llegó un hombre de campo con siete conejos, encontrándose con la grata sorpresa de que no tenía que pagar las tasas de impuestos. La muchedumbre le ovacionó tan repetidas veces que éste saludaba a su público cual celebridad en una entrega de premios5.


En total, más de una docena de fielatos fueron derruidas o hechos ceniza6. Aquel día fue recordado como el motín de los consumeros.


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1 El impuesto de consumos era un impuesto indirecto sobre los bienes de primera necesidad tales como alimentos, bebidas alcohólicas, combustibles y sal. Fue establecida por la Reforma Tributaria de Mon-Santillán en 1845 y tuvo varios períodos transitorios o de suspensiones por las revueltas y el malestar social que solía acarrear.


2 La ojeriza que se les tenía entonces a los empleados de consumo o consumeros podría extrapolarse perfectamente a la actualidad: un agente inmobiliario que te estafa, un guardia municipal que te multa por un mal aparcamiento, un empleado de la empresa de Endesa que hace caso omiso a tus reclamaciones por una factura abusiva, un empleado de telefonías por haberte cobrado de más de lo que procedía en el contrato, y así un largo etcétera.


3 De la palabra “matute” deriva “matutino”.


4 Se trataba de la Plaza la Marina, titulada en aquel entonces Adolfo Suárez de Figueroa, en honor al periodista nacido en Estepona que en 1893 fue director del periódico madrileño El Resumen, además de teniente alcalde de Madrid y diputado a Cortes durante varios años por la provincia de Málaga. Murió en 1910 en la capital de España. Biografías de la Real Academia de la Historia: https://dbe.rah.es/biografias/63142/adolfo-suarez-de-figueroa-y-ortega


5 Un resumen desternillante de este motín lo tenemos en el Popular, lunes 23 de marzo de 1908. Archivo Díaz de Escovar.


6 Acabaron pasto de las llamas los fielatos del Muelle, La Parra, todas las que había desde la Farola hasta Plaza Marina, la de Estación de Andaluces, Camino de Churriana, Zamarrilla, Cártama, Casilla de Morales, Plaza de San Andrés. Muchas de estas pobres casetas no volverían a ser reconstruidas, quedando borradas para siempre de la faz de la tierra. Sobre este motín véase El Popular, días 23,24,25 de marzo de 1908. Archivo Díaz de Escovar.     

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